Origen de algunos chilenismos

Como adicional a la entrada anterior, ahora les explicaré el origen de algunos chilenismos típicos que se dicen asociadas a las relaciones de pareja.  Ahí vamos:
  


Pololear: En Chile, esto quiere decir que estás en una relación semi formal. No tan formal como para terminar en matrimonio pero bastante estable. El origen de esta expresión tiene que ver con los pololos, que significa mosca en mapudungún, y se refieren a unos coleópteros que se sienten atraídos por el fuego y la parafina. En el siglo XIX, era común ver a este tipo de insectos en las ciudades, mucho  más que ahora, por el tipo de iluminación y calefacción de la época. Esto inspiró a la 5° Compañía de Bomberos de Santiago a usar una insignia con el dibujo de este bicho. En esos años, 1880 aproximadamente, ser bombero era muy bien mirado por la gente, aquel que pertenecía al cuerpo lo lucía orgulloso puesto que le daba cierta reputación de valor y gallardía. Entonces, cuando iban a ver a algunas niñas o como estrategia de conquista, ellos, en señal de amor, les regalaban estas insignias. Entonces, ellas las lucían como prenda de amor y se les empezó a llamar pololas. Y para identificarlas, ellas decían que eran la polola de... Juanito Pérez.


Cuerpo de Bomberos, con quienes se origina la expresión pololear



Patas negras: Se le da este nombre a aquellos que tienen una relación con alguien que está casado. Para esta expresión hay distintas teorías. Una habla de que sería el sobrenombre de un minero en Lota, quien, cada vez que salía del turno, visitaba a escondidas a la mujer de su supervisor. Como trabajaba en el carbón y llegaba descalzo, con los pies teñidos por el mineral, los vecinos, siempre atentos a la vida ajena y sabían lo que pasaba, le pusieron el mote de patas negras.

Una de las teorías de los patas negras, sería un minero del carbón de Lota


Otra teoría dice que, quienes se veían en estas situaciones, cuando llegaba el marido de improviso, no les quedaba otra que salir apurados por la ventana, sin tener tiempo para pensar en zapatos o calcetines. Se iban caminando y, al hacerlo, con la suciedad del suelo, les quedaban las plantas de los pies negros. Entonces era que andaban de patas negras.

También puede ser el amante que, huyendo, no alcanza a vestirse


Soltarse las trenzas: Se usa para afirmar que alguien se liberó en sus comportamientos, generalmente, en relación al sexo opuesto. Vendría del siglo XIX en que las mujeres salían a la calle solo con pelo tomado y se lo soltaban, el día de su boda cuando perdían la virginidad. Pero yo he encontrado esta situación en descripciones más antiguas aun. Es un hecho conocido que, las mujeres en la edad media no se cortaban el pelo, debían llevarlo largo y trenzado. En el día de su boda, para mostrar a todos su virtud, se soltaban el cabello. Una mujer que llegara a la edad de 20 años (algo maduras para la época) con el pelo más arriba de su cintura o por los hombros, era porque, en algún momento, se lo habían cortado como castigo público a sus pecados. Por eso la importancia del pelo largo y trenzado. Tanto así que, cuando Catalina de Aragón se casó con Enrique Tudor, lo hizo con su largo cabello suelto en señal pública de su virginidad y, cuando éste pidió el divorcio de ella para casarse con Ana Bolena aduciendo que ella no era virgen, no pudo demostrarlo ya que ella utilizó a los testigos a su boda y al uso de su cabello como muestra de virtud. Por lo tanto, soltarse las trenzas tiene mucho que ver con la pérdida de virtud y buen comportamiento y la expresión sería muy antigua.


Cabello largo y suelto, símbolo de virtud en el día de la boda


Plancha: Esta expresión es para referirse a situaciones vergonzosas. El término se origina a partir de las fiestas del siglo XIX, en las que había jovencitas que se pasaban toda la noche sentadas esperando que alguien las sacara a bailar. Dejaban el vestido estiradito, planchado, sin ninguna arruga porque no hubo movimiento. Luego, al día siguiente, como comentario fijo se contaban las que plancharon toda la noche... es más, si la situación se volvía recurrente, se podía llamar planchadora, a la chica en cuestión, lo que era muy humillante.

Aquellas que no son invitadas a bailar, son las planchadoras


Echarse un polvo: Frase usada para referirse al acto sexual. También existen distintas teorías al respecto. La primera que comentaré, hace alusión al texto bíblico del polvo venimos y en polvo nos convertiremos, reinterpretando la frase el polvo venimos como de la cópula venimos..., de ahí la equivalencia.

La segunda teoría surge como asociación de inhalar tabaco o rapé. Como muestra de cortesía, se ofrecían rapé unos a otros con la frase ¿quiere usted echarse un polvo? y todos tan amigos. Pero era una descortesía hacerlo en frente de las damas, así que, cuando se daba esta circunstancia, los caballeros se iban a otra habitación y las damas se quedaban tranquilas por la ausencia. Con los años y como excusa de ausencias, la frase se hizo común y, en los grandes salones, cuando había fiesta, era fácil que las ausencias se justificaran diciendo se fue a echar un polvo cuando en realidad eran encuentros furtivos con alguna dama en las habitaciones superiores de la casa.

Polvos del amor conocidos como Caramelos Richelieu


Puedo agregar que, en los libros coloniales que he estado leyendo encontré también la explicación a esta frase. Cuenta el libro Las Drogas Antiguas en la Medicina Popular de Chile de León Tournier, editado en 1911, la existencia de los polvos de amor que muchos huasos pedían en las boticas. Este sería un afrodisíaco muy popular en España y Europa que se obtiene de la cantárida o mosca española. Este es un bicho verde esmeralda metalizado, muy común en España. De ella se extraía este polvo de cantáridas. Bastante tóxico si se daba en cantidades equivocadas pero que, inevitablemente, favorecía a la excitación en ambos sexos. Tan potentes, que en el siglo XVIII se les conocía como los caramelos Richelieu (pastilles Richelieu). 

Marqués de Sade acusado de envenenamiento por los polvos del amor


Incluso el Marqués de Sade llegó a ser acusado por el uso indiscriminado de este polvo, en unas muchachas que encontró en su camino a Marsella con quienes quisieron jugar. Ellas terminaron casi muertas por el tóxico y el Marqués, encarcelado y acusado de sodomía y envenenamiento. En fin, siendo tan popular en España, no es de extrañar que llegara a Chile y se vendiera bajo el eufemismo de polvos del amor. Cuando un caballero quería los favores de alguna dama, disimuladamente, podía vaciar un poquito de estos polvos en un poco de mistela y galantemente, ofrecérselo a la dama. O bien, tomárselo él mismo, para garantizar su desempeño. A mi me parece más real esta teoría que las anteriores, pero cada uno puede elegir la que le guste.



Fuentes: www.eldefinido.cl
               20minutos.es
               tradicionclasica.blogspot.cl
               Las Drogas Antiguas en la Medicina Popular de Chile
               www.farodevigo.es


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